Vomitarías todos los dragones de tu estómago,
expulsarías todos los ácidos interiores,
vestirías siempre de negro,
pero ¿para qué? si perdiste,
y es su juego.
No pensabas ganar, no
pero tampoco apostar tanto,
no era un farol,
es que no tenías más opciones.
Y te comían por dentro, los dragones.
Diez mil noches de faroles,
y sábanas encendidas,
miles de noches de sudores,
fríos, y pesadillas.
Monday, February 08, 2010
Vomitando
Etiquetas: dragones, pesadillas
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