Saturday, April 28, 2012

Una preciosa mañana de domingo

Ni siquiera llueve. Siempre pensé que sería como el de 4 bodas y un funeral, un día gris y lluvioso, que alguien leería un poema de W.H.Auden en mi memoria. De hecho, ese preciso poema. Pero no. Hace un sol radiante y un calor de mil demonios. Dicho sea de paso, espero que no sea premonitorio de nada. Les observo. Están elegantes, eso se lo concedo. No puedo oír sus pensamientos, pensé que sí, pero no. Sin embargo, puedo calarles. Estoy aquí de pie... bueno, estoy delante de ellos y sé perfectamente lo que piensan. La mayoría está más preocupada por ni sudar demasiado que por otra cosa. Algunos se preguntan si hubo señales.¿Señales? Los silencios gritaban. Los arañazos pues eso, sangraban. Para algunos es un alivio, aunque, educadamente, al menos se molestan en disimularlo. Pero yo lo sé. Hay algunos que ni siquiera sabía que se conocían. Me hacen mucha gracia las coincidencias, y no puedo evitar reirme. Es sólo cuando me doy cuenta de que mis carcajadas son sordas, que ni siquiera resuenan en mis oídos, cuando me doy cuenta de que estoy definitiva, e irremediablemente, muerto.

No comments: